Si bien el uso terapéutico del cannabis para mascotas es un área de interés creciente, la ingestión involuntaria de marihuana por parte de perros, gatos y otros animales domésticos puede tener consecuencias devastadoras. Las mascotas carecen de la capacidad de metabolizar adecuadamente los compuestos psicoactivos que se encuentran en el cannabis, lo que permite que los elementos tóxicos de la droga se acumulen en sus sistemas hasta niveles potencialmente letales.
Los efectos de la toxicidad del cannabis en animales pueden variar desde una leve falta de coordinación y letargo hasta emergencias potencialmente mortales como insuficiencia respiratoria, coma y complicaciones cardiovasculares. Incluso pequeñas cantidades de comestibles, aceites u otros productos concentrados de cannabis ingeridos por una mascota pueden provocar una intoxicación grave debido al alto contenido de THC.
Con más productos de cannabis presentes en los hogares, el riesgo de ingestión accidental por parte de mascotas curiosas va en aumento. Los perros, conocidos por sus hábitos alimentarios indiscriminados, son especialmente vulnerables. Sin embargo, ninguna especie es inmune a los peligros potenciales de la toxicidad de la marihuana cuando se expone.
La tenencia responsable de mascotas requiere una prevención diligente almacenando de forma segura todo el cannabis lejos de las mascotas y siendo capaz de reconocer los signos de intoxicación. Buscar tratamiento veterinario inmediato es crucial en caso de que una mascota ingiera cannabis, ya que los procedimientos de descontaminación y los cuidados intensivos de apoyo pueden ser medidas que salven vidas.
A pesar de algunas áreas de investigación prometedoras, los efectos no deseados del cannabis en las mascotas pueden tener repercusiones aterradoras. Mantener un enfoque de “más vale prevenir que curar” es fundamental para que los dueños de mascotas eviten poner en peligro inadvertidamente a sus compañeros peludos.
Los síntomas comunes que se observan después de que una mascota ingiere cannabis accidentalmente incluyen
- Desorientación, letargo, falta de coordinación.
- Dificultad para respirar o respiración rápida anormal
- Náuseas, vómitos, diarrea.
- Problemas neurológicos como temblores, convulsiones, espasmos.
- Comportamiento alterado, confusión.
- Presión arterial baja, frecuencia cardíaca anormalmente lenta.
En casos de ingestión importante de cannabis, pueden desarrollarse afecciones más graves, como
- Coma, inconsciencia.
- Presión arterial peligrosamente baja y shock
- Hipotermia (baja temperatura corporal)
- Insuficiencia respiratoria y cardiovascular.
Si sospecha que su mascota ha ingerido cannabis, es fundamental que busque atención veterinaria de emergencia de inmediato. Puede ser necesaria la descontaminación induciendo el vómito o administrando carbón activado. Las mascotas con intoxicación grave pueden requerir cuidados de apoyo intensivos.
Los comestibles, aceites y otros productos concentrados de cannabis plantean el mayor riesgo ya que contienen niveles más potentes de THC, el principal compuesto intoxicante. Incluso el cannabis plantas para mascotas El material puede ser peligroso si una mascota lo consume en grandes cantidades.
La prevención es clave: los productos de cannabis siempre deben mantenerse lejos del alcance de las mascotas para evitar cualquier exposición accidental. Los efectos de la toxicidad del cannabis en animales pueden poner en peligro la vida sin el tratamiento adecuado.
Los dueños de mascotas deben ser conscientes de los peligros muy reales de que las mascotas ingieran productos de cannabis, ya sea accidentalmente o mediante una exposición intencional mal informada. La orientación veterinaria es esencial en cualquier caso de sospecha de toxicidad por cannabis.